De torres
impacientes
De
torres impacientes está hecho el deseo
Enardecidas
flores crecen
Los
prados humedecen sus caminos
Mi
mano hasta tu mano
Extiendes
fragorosamente los besos
mis
ojos vibrantes, brillantes se crispan
Mezquinas
la caricia
Incitando
al vientre codicioso
Generosamente
tiemblo, palpito
Plantas
carnívoras tus manos
Susurran
dolores escondidos
Gemidos
incesantes
Grito
Y
reanudas ese andar calmo del rocío
Latiendo
en gotas tus sentidos
El
pulso acelerado
Se
niega a la luz tu mirada
Saboreas
el olor de la fresa
Pierdes
los temores sonriente
Te
pierdes dentro del tulipán
Ardoroso,
cruel, voluptuoso
Te
pierdes y sonrío
Clamor
que hiere
El
silencio de las sábanas
Arrugando
el tiempo
Masticándolo.-
Nuestro momento
Alejandra
Abraham
Argentina
Como
abejas zumba el apetito
Crece,
se escabulle incitante
Retumba
entre las piernas
Entrégame
tu boca húmeda y cálida
Entrégame
tu polen ardiente
Entrégame
las ganas y enciéndete
Ardamos
juntos, amante mío,
Entre
espinas hormigueantes
Recórreme,
Recorreré
tus espacios
Trepidando
entre brasas y olas
me
uniré a tus huesos sin piedad
sin
palabras, sin porqués
saboréame
gustoso
te
absorberé completo
sacude
mis vértebras
húndete
seguro entre espumas
de
un mar de gemidos y aullidos
animal
ansioso, deseoso,
lentamente
embísteme
inquiétame,
delirante atropéllame
cíñeme
con tu aroma
a
tierra húmeda y violenta
enciérrame
con tu lluvia
Intrigante,
tibia, silente
dame
un grito a cada instante
te
daré un dolor mudo y gozoso,
nos
daremos juntos un silencio
de
espacios en agujero negro
un
silencio
de
cama desordenada
de
viejos lobos que observan
mientras
la luna llena nos rodea
y
el sueño cae sobre nosotros
como cae el amanecer al día
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